Todo lo que debes saber sobre los hilos tensores: la alternativa no invasiva al lifting

Qué son los hilos tensores

Los hilos tensores son un procedimiento estético que ha ganado popularidad en los últimos años. Yo me enteré de que existían cuando empecé a investigar para el levantamiento de pecho, pero no solo sirven para liftings corporales, también son muy comunes para utilizar como tratamiento de rejuvenecimiento facial. Son algo así como pequeños hilos, generalmente hechos de materiales biocompatibles, que se utilizan para tensar y levantar la piel.

Como quizás sepáis, los hilos tensores tienen diferentes aplicaciones: como tratamiento para el cuerpo (en especial para el pecho caído) y también para el rostro. Además, también existe una nueva variante, que está resultando muy popular porque es menos invasiva, que son los hilos tensores líquidos.

Como hago con la mayoría de tratamientos, he preparado una guía que compara en detalle los hilos tensores con otros tratamientos, para que podáis identificar cuál es mejor dependiendo del caso.

Y como para muestra un botón en el post Famosas antes y después de hacerse los hilos tensores podéis ver cuál es el efecto de los hilos tensores en el rostro.

¿Qué son los hilos tensores?

Los hilos tensores se introducen debajo de la piel para proporcionar un efecto de lifting sin cirugía. Pueden utilizarse en diversas áreas del cuerpo, pero suelen aplicarse en el rostro y el cuello para reducir la flacidez y mejorar la firmeza de la piel. Están hechos de plástico reabsorbible como por ejemplo el ácido poliláctico o el polidioxanona. Los famosos PDO son los que están hechos de este material. Los hilos también se usan para levantar el pecho.

Técnicas de colocación de los  hilos tensores

Hilos aplicados mediante cánula: 

Este tipo de hilos son más suaves y pueden reducir la posibilidad de hematomas o molestias. 

Hilos espiculados: 

También existen los hilos espiculados, que tienen pequeñas espículas que ayudan a anclar la piel y ofrecen un efecto más inmediato.

Hilos tensores no reabsorbibles con anclajes: 

Estos hilos están hechos de materiales como polipropileno o polietileno, que no se reabsorben en el cuerpo. Tienen pequeños ganchos o anclajes en sus extremos que se fijan a las capas profundas de la piel o los tejidos subyacentes. Una vez insertados, se utilizan para levantar y tensar la piel en áreas específicas, como el rostro, cuello o cuerpo, proporcionando un efecto lifting inmediato y duradero.

Hilos tensores que se pegan: 

Estos hilos utilizan un enfoque diferente. En lugar de anclajes, se adhieren a la piel mediante pegamento o adhesivos biocompatibles. Se insertan bajo la piel y, al pegarse a la misma, generan un efecto de tracción que ayuda a tensar la zona tratada. Este método también busca elevar y mejorar la firmeza de la piel, pero suelen tener un efecto menos duradero en comparación con los hilos no reabsorbibles con anclajes.

¿De qué están hechos los hilos tensores?

En cuanto al material, los hilos tensores PDO son los más comunes. Se trata de un tipo específico de hilos utilizados en procedimientos estéticos para el rejuvenecimiento facial y corporal. La sigla “PDO” hace referencia al material con el que están fabricados: polidioxanona, un material biocompatible y reabsorbible por el organismo.

Otros materiales de los que pueden estar hechos los hilos tensores son el oro y el colágeno.

Los hilos tensores de colágeno están hechos de un material reabsorbible que estimula la producción natural de colágeno en la piel, lo que ayuda a mejorar su firmeza y elasticidad. Estos hilos se usan en diferentes áreas del cuerpo, como el rostro, cuello, brazos o abdomen, para tratar la flacidez y mejorar la apariencia de la piel. 

En el caso de los hilos de oro, pueden ser de dos tipos: los que están recubiertos de oro y los que contienen partículas de oro. Se cree que el oro puede tener propiedades antiinflamatorias y estimulantes del colágeno, por lo que se usan con fines similares a los hilos de colágeno.

Ambos tipos de hilos tensores se utilizan para mejorar la firmeza y tensión de la piel, promoviendo la producción de colágeno y ayudando a combatir la flacidez en diversas áreas del cuerpo.

Tipos de hilos tensores

Hilos tensores desechables: 

Estos hilos están diseñados para ser reabsorbidos por el cuerpo con el tiempo. Generalmente están hechos de materiales biocompatibles como polidioxanona (PDO) o ácido poliláctico. 

Estos materiales se degradan gradualmente en el cuerpo, estimulando la producción de colágeno a medida que se disuelven. Los hilos desechables se utilizan principalmente para brindar un efecto temporal de levantamiento y tensión en la piel, con resultados que pueden durar de seis meses a dos años.

Estos hilos se aplican mediante técnicas mínimamente invasivas, donde se insertan bajo la piel con agujas delgadas o cánulas especiales. 

Hilos tensores definitivos: 

A diferencia de los hilos desechables, los hilos tensores definitivos están compuestos por materiales no reabsorbibles, como polipropileno o polietileno, que no se disuelven y proporcionan un soporte de elevación a largo plazo. Los hilos definitivos se fijan en su lugar y mantienen su estructura con el tiempo, brindando un efecto de lifting más duradero.

La aplicación de los hilos tensores definitivos implica una técnica similar a la de los hilos desechables, insertándolos debajo de la piel mediante agujas o cánulas. Estos hilos se utilizan para un efecto más duradero en la elevación y firmeza de la piel, con resultados que pueden mantenerse durante varios años.

Hilos tensores líquidos:

Los hilos tensores líquidos suelen ser una opción más suave y menos invasiva en comparación con los hilos tradicionales, ya que no requieren incisiones ni la inserción de estructuras físicas debajo de la piel. Sin embargo, sus efectos pueden ser más sutiles y temporales en comparación con los hilos físicos. 

Suelen estar hechos de ácido hialurónico y se insertan mediante presión (inicialmente son sólidos, pero se vuelven líquidos al contacto con sustancias líquidas y en ese momento es cuando se infiltran en la piel mediante presión.

En el post hilos tensores líquidos: la nueva alternativa a los hilos tensores tradicionales os cuento un poco más en detalle sobre este tipo de hilos tensores.

Hilos tensores con anclaje:

Son hilos que tienen pequeños conos o anclajes en su estructura. Estos conos ayudan a fijar el hilo en el tejido subcutáneo, proporcionando una mayor sujeción y estabilidad para el levantamiento. Por lo general, un hilo suele tener alrededor de 4 a 6 anclajes distribuidos a lo largo de su longitud para asegurar su posición.

Hilos tensores espiculados:

Muy similares al tipo anterior, estos hilos tienen pequeñas espículas o proyecciones a lo largo de su longitud. Estas espículas actúan como ganchos suaves que se adhieren al tejido para proporcionar un efecto de elevación más marcado. Un hilo puede tener múltiples espículas, generalmente alrededor de 6 a 12, que ayudan a anclarse al tejido.

Hilos tensores multifilamento:

Son hilos compuestos por múltiples hebras delgadas que se entrelazan entre sí. Esta estructura multifilamentosa aumenta la resistencia y la capacidad de soporte del hilo, mejorando su efectividad para el levantamiento. Pueden tener varios filamentos, a menudo alrededor de 4 a 8 hebras.

¿Cómo funcionan los hilos tensores?

Cualquier tipo de hilo que os mencionaba anteriormente funciona básicamente de la misma forma: los hilos estiran la piel y además estimulan la producción de colágeno, lo que contribuye a mejorar la firmeza de la piel y proporcionar un efecto lifting. Los resultados suelen ser visibles de manera inmediata, aunque el efecto completo se aprecia a medida que el colágeno se va regenerando.

Duración de los hilos

La duración de los hilos tensores varía, pero generalmente pueden mantener su efecto entre 1 y 2 años en el caso de los reabsorbibles y algunos años más los definitivos. En ciertos casos pueden llegar a durar hasta 10 años. Más allá de eso, el resultado de los hilos tensores a largo plazo es nulo o poco visible.

¿Qué pasa si no se retocan los hilos tensores?

Si no se realizan retoques o procedimientos adicionales, es posible que con el tiempo los efectos de los hilos tensores disminuyan gradualmente a medida que el cuerpo absorbe los hilos y el colágeno generado se va degradando naturalmente. Esto podría resultar en una pérdida progresiva del efecto tensor y de la mejora en la firmeza de la piel. 

Desde un punto de vista médico, no hace falta revisar ni retocar los hilos tensores después de cierto tiempo, por lo que se puede decir que es un tratamiento individual (no necesita seguimiento).

¿Cuánto cuestan los hilos tensores?

En España, el costo promedio de los hilos tensores puede variar dependiendo de varios factores, como la zona a tratar, la cantidad de hilos necesarios, la experiencia del profesional y la clínica en la que se realice el procedimiento. Por lo general, el costo de una sesión de hilos tensores puede oscilar entre los 500 y los 1500 euros aproximadamente.

Para que os hagáis una idea, el precio normalmente se basa en hilos, y cada hilo puede costar de media unos 80€.

El precio de una sesión de hilos tensores puede estar en un rango de entre 3000 y 12000 pesos mexicanos en México, y entre 20000 y 60000 pesos argentinos en Argentina. En Estados Unidos el precio medio ronda entre los $1000 y los $4000 dólares aproximadamente.

Aquí tenéis un rango orientativo de precios para cada área:

TratamientoPrecio medio España
Hilos tensores para los ojosEntre 300 y 800 euros por sesión.
Hilos tensores para la mandíbulaEntre 500 a 1200 euros por sesión.
Hilos tensores para la bocaEntre 400 y 1000 euros por sesión.
Hilos tensores para las mejillasEn torno a 500 a 1500 euros por sesión.
Hilos tensores para el pechoAproximadamente entre 800 y 2000 euros por sesión.
Hilos tensores para el abdomenAlrededor de 700 a 1800 euros por sesión.
Hilos tensores para los glúteosEntre 800 y 2000 euros por sesión.
Hilos tensores para los brazosEn torno a 600 a 1500 euros por sesión.
Hilos tensores para los muslosAlrededor de 700 a 1700 euros por sesión.

Estos precios son orientativos y pueden variar significativamente según la clínica, la cantidad de hilos necesarios y la complejidad del procedimiento.

¿Se pone anestesia para los hilos tensores?

Sí, en la mayoría de los casos, se aplica anestesia local antes de un procedimiento de hilos tensores para minimizar cualquier molestia o incomodidad durante la inserción de los hilos. Esto puede ser en forma de crema anestésica tópica o inyecciones de anestesia local.

¿A qué edad se pueden hacer los hilos tensores?

La edad recomendada para utilizar hilos tensores puede variar según las necesidades individuales de cada persona y la evaluación realizada por un profesional médico. 

En algunos casos, los hilos tensores a los 30 o 40 años pueden ser una opción para tratar signos incipientes de flacidez o pérdida de firmeza en la piel. Estas edades son comunes para iniciar tratamientos preventivos o correctivos mínimamente invasivos, incluidos los hilos tensores, para contrarrestar los primeros signos de envejecimiento facial. 

No obstante, los pacientes más comunes para este tipo de tratamientos en clínica suelen tener más de 40. Esto no aplica a los hilos tensores para pecho o cuerpo, donde la edad de inicio puede ser menor.

¿Quién puede ponerlos?

En España, la aplicación de hilos tensores debe ser realizada por profesionales médicos debidamente cualificados y capacitados en procedimientos estéticos. Para ello deberemos acudir a una clínica de medicina estética.

En otros países puede que la práctica no esté regulada a este nivel, así que conviene consultar en cada caso.

Hilos tensores: recomendaciones previas y cuidados post tratamiento

Tiempo de recuperación

En general, después de la inserción de hilos tensores, se pueden experimentar algunos efectos secundarios leves y temporales, como hinchazón, enrojecimiento, sensibilidad o pequeños hematomas en el área tratada. Estos síntomas tienden a disminuir en pocos días a una semana.

Cómo afectan la rutina diaria

Para dormir con hilos tensores, se recomienda evitar dormir boca abajo durante los primeros días para no presionar la zona tratada.

Hilos tensores y deporte

Para quienes practican deportes, los hilos tensores no deben ser un impedimento, aunque se aconseja evitar ejercicios intensos durante los primeros días para permitir una correcta cicatrización.

Hilos tensores y el alcohol

Al igual que para otros tratamientos estéticos, es recomendable evitar el consumo de alcohol al menos 24 horas antes y después de someterse a un procedimiento de hilos tensores. El alcohol puede dilatar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de hematomas, sangrado excesivo o complicaciones durante y después del procedimiento. 

Combinación de los hilos tensores con condiciones médicas

Hay ciertos aspectos a tener en cuenta antes de optar por los hilos tensores, como su compatibilidad con la lactancia, el embarazo o ciertas enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide o el lupus. También se recomienda evitar el consumo excesivo de alcohol antes y después del procedimiento.

Hilos tensores y lactancia:

No hay suficiente información sobre la seguridad de los hilos tensores durante la lactancia, por lo que generalmente se desaconseja su uso durante este período para evitar cualquier riesgo potencial para el bebé.

Hilos tensores y enfermedades autoinmunes:

En casos de enfermedades autoinmunes, como lupus o artritis reumatoide, el sistema inmunológico puede reaccionar de manera diferente frente a los materiales de los hilos. Se recomienda precaución y una evaluación exhaustiva por parte del médico para determinar la seguridad del procedimiento en estas condiciones.

Hilos tensores y embarazo:

Durante el embarazo, se desaconseja el uso de hilos tensores debido a posibles riesgos para la madre y el feto. No hay suficiente evidencia sobre la seguridad de estos procedimientos durante el embarazo.

Hilos tensores y enfermedades como artritis reumatoide, lupus o hipotiroidismo:

En condiciones médicas como estas, el médico debe evaluar cuidadosamente si el paciente es apto para el tratamiento con hilos tensores, ya que estas enfermedades podrían afectar la respuesta del cuerpo al procedimiento y a los materiales utilizados.

Hilos tensores y espiculados:

Los hilos espiculados pueden generar más irregularidades o protuberancias en la piel si no se colocan correctamente. Esto puede causar incomodidad o una apariencia poco natural, por lo que es crucial que sean aplicados por un profesional experimentado.

Hilos tensores y fibrosis:

La presencia de fibrosis previa en el área tratada puede dificultar la colocación de los hilos y afectar la efectividad del procedimiento. Se debe evaluar cuidadosamente cada caso para determinar la idoneidad de los hilos tensores.

Mi opinión sobre los hilos tensores

Empecé a investigar sobre los hilos tensores como posible tratamiento para algunos problemas de flacidez en mi rostro. Por lo que veo es uno de los mejores tratamientos hoy en día para combatir este problema. Sin embargo, parece que la edad media para comenzar es a partir de los 40, y a día de hoy aún estoy en la treintena, así que no creo que sea el mejor tratamiento por ahora.

No obstante, este es un tratamiento que no necesita retoque, puedo hacérmelo una vez y olvidarme de ello sí quiero, y eso me gusta porque me da independencia. También me gusta que, aunque se necesitan agujas para inyectar los hilos, es un procedimiento no quirúrgico, y que tiene menos riesgos que un lifting tradicional.

Por lo tanto, en mi opinión, los hilos tensores son una opción que consideraré cuando llegue a los 40 (a no ser que haya surgido un tratamiento mejor anti-flacidez para entonces), pero no por el momento.

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En resumen, darlings, a mí me parece que los hilos tensores son una opción a considerar para mejorar la firmeza de la piel sin recurrir a la cirugía, especialmente los hilos tensores líquidos. No obstante siempre hay que tener en cuenta que estos tratamientos estéticos al ser menos agresivos también son más sutiles. Y en todo caso, siempre es crucial consultar con un profesional de una clínica de estética o dermatología para evaluar su idoneidad en cada caso particular y conocer todas las implicaciones y recomendaciones específicas.

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